Sicario (2015) – Sombras de una guerra no declarada
Sicario, dirigida por Denis Villeneuve, no es la típica película de acción sobre la guerra contra las drogas. Es un retrato frío, tenso y oscuro del precio de la justicia, o más bien, del precio de buscarla en un mundo donde el bien y el mal están borrosos.
La película sigue a Kate Macer (Emily Blunt), una agente del FBI idealista e honesta, seleccionada para participar en una campaña especial contra un capo de la droga en México. Pero a medida que Kate investiga más a fondo, descubre la brutal verdad detrás de la operación, al tiempo que se asocia con personas como Alejandro (Benicio Del Toro), una figura fría y misteriosa que hará lo que sea para lograr sus objetivos.
Villeneuve no edulcoró ni moralizó la película. En cambio, lleva al espectador a través de las polvorientas calles de Juárez, donde la violencia no es una anomalía, sino la base de la vida. Nadie es perfecto Nadie es del todo malo Y no hubo ninguna victoria real.
Los puntos fuertes de Sicario residen en su atmósfera tensa, con la aterradora banda sonora de Jóhann Jóhannsson, la impresionante y escalofriante fotografía de Roger Deakins y las actuaciones estelares de todo el reparto. Emily Blunt aporta un personaje que es al mismo tiempo fuerte y vulnerable, mientras que Benicio Del Toro domina por completo la pantalla con ojos llenos de odio y un pasado doloroso.
Conclusión: Sicario es una excelente película policial: sin alardes ni diálogos extravagantes, pero lo suficiente como para perseguirte mucho después de que la pantalla se apague. Si buscas una lectura llena de suspenso, inteligente y profunda, no te pierdas Sicario.