Mujer Bonita 2
Imagínense si se hubiera hecho Mujer Bonita 2, ya no sería una película de cuento de hadas romántica al estilo de “prostitutas y multimillonarios” como la primera parte, sino una porción madura, profunda y emotiva de la vida después del final feliz. Después de muchos años juntas, Vivian –ahora una mujer fuerte e independiente– dirige una organización sin fines de lucro dedicada a ayudar a niñas que han pasado por la misma situación que ella. Ella ya no es la chica tímida parada frente al espejo con un hermoso vestido rojo, sino una mujer segura de sí misma que ha experimentado el dolor, la esperanza y los sueños incumplidos. Edward, el hombre que una vez intentó salvarla de su antigua vida, también ha envejecido. Ya no es el astuto hombre de negocios del mundo financiero, sino un marido que está aprendiendo a comprender a una mujer que ha cambiado... y a sí mismo.
Mujer Bonita 2 no girará en torno a cenas fastuosas ni besos en pleno Beverly Hills, sino en la historia de dos personas que intentan encontrar la conexión entre ellos en un mundo que ha cambiado demasiado. Solían amarse por sus diferencias, pero ahora esas diferencias se han convertido en barreras. La película planteará la pregunta: ¿es el amor lo suficientemente fuerte para superar el aburrimiento, las heridas silenciosas y el silencio entre dos personas que alguna vez fueron todo el uno para el otro?
Julia Roberts, como Vivian adulta, ofrece una actuación de gran profundidad, fuerte y frágil a la vez. Richard Gere, todavía en buena forma pero más tranquilo, interpreta a un Edward que ya no tiene el control como antes y ahora tiene que aprender a amar a alguien que ya no es la chica a la que salvó, sino una mujer que ha aprendido a salvarse a sí misma. Mujer Bonita 2 no es una repetición del cuento de hadas, sino una continuación: una canción de amor que ya no es tan brillante como la primera parte, pero más duradera y verdadera. Es un recordatorio de que el amor no termina después del último abrazo, sino que continúa en las cosas simples, a veces discutiendo, hiriendo, luego perdonando y comenzando de nuevo, todos los días.
Si esta película existiera, tal vez lo más valioso que recibiría el público no sería un final feliz, sino la creencia de que: no importa cómo cambie el mundo, si todavía nos elegimos el uno al otro a través de los años, entonces ese amor es verdadero.