El Buen Mentiroso (2019

El Buen Mentiroso (2019) – Cuando mentir es arte y el pasado es un arma

El Buen Mentiroso es un thriller psicológico con tintes policiacos, adaptado de la novela homónima de Nicholas Searle. Protagonizada por dos íconos de la actuación británica, Ian McKellen y Helen Mirren, la película es una emocionante y sorprendente batalla de ingenio, donde cada palabra y mirada conlleva capas de misterio e imprevisibilidad.

La historia comienza de forma aparentemente sencilla: Roy Courtnay (Ian McKellen), un estafador experimentado, se acerca a Betty McLeish (Helen Mirren), una viuda rica y crédula. A través de citas y conversaciones aparentemente inofensivas, Roy poco a poco "se metió bajo la piel de Betty" y preparó su plan de confiscar su propiedad. Pero cuanto más se acerca Roy a su objetivo, más se ve arrastrado hacia un laberinto del pasado que no previó y del que no puede escapar.

La película no es simplemente una historia de engaño, sino un juego psicológico donde el público es llevado constantemente de una sorpresa a otra. El punto más encomiable es el modo en que la película va revelando secretos que han estado ocultos durante décadas: heridas que se creían curadas pero que todavía están listas para estallar y exigir justicia. Roy no sólo debe enfrentarse a una mujer inteligente, sino también a los fantasmas de su propio pasado pecaminoso que creía haber enterrado.

El atractivo de la película reside en las actuaciones increíblemente sutiles de McKellen y Mirren. No necesitan líneas llamativas, basta una mirada o una sonrisa forzada para que el público sienta el significado oculto en cada escena. El director Bill Condon (que trabajó con McKellen en Dioses y Monstruos) narra la historia a un ritmo lento pero constante, creando una atmósfera tensa pero nunca pesada.

El Buen Mentiroso no es sólo un juego de engaño, sino también un recordatorio de que a veces son los aparentemente más débiles quienes tienen la mejor carta del triunfo. Esta es una película para el público que ama las obras con un profundo contenido psicológico, profundidad de personajes y un final que te deja pensando mucho después de salir de la pantalla.

Un giro que no sólo es inesperado, sino también doloroso y humano.