Anne of Green Gables (1985)

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Ana de las Tejas Verdes (1985) – Una sinfonía infantil fascinante
Ana de las Tejas Verdes (1985) es una película de televisión canadiense adaptada de la novela clásica del mismo nombre de Lucy Maud Montgomery. Con su impresionante entorno natural, su historia emotiva y su protagonista vibrante, la película se ha convertido en una de las mejores adaptaciones de la obra.

Una historia atemporal sobre la juventud y los sueños.
La película sigue a Anne Shirley (Megan Follows), una imaginativa niña huérfana que es enviada por error a la casa de sus hermanos mayores Marilla (Colleen Dewhurst) y Matthew Cuthbert (Richard Farnsworth) en la tranquila campiña de Avonlea. Aunque inicialmente Marilla parece fría y quiere enviar a Anne de regreso al orfanato, con su inteligencia, ingenio y corazón cálido, Anne gradualmente se gana los corazones de quienes la rodean, convirtiendo a Green Gables en su verdadero hogar.

La película no es sólo una historia sobre el viaje de Anne hacia la edad adulta, sino también una imagen poética de amistad, amor familiar y sueños ambiciosos. La relación entre Anne y Gilbert Blythe (Jonathan Crombie) –de rivales a almas gemelas– se ha convertido en una de las historias de amor más memorables de la pantalla.

Excelente y emotiva actuación.
Megan Follows da vida a Anne Shirley, a la vez inocente y traviesa, pero profunda y sensible. Ella encarnaba perfectamente las alegrías, las penas y los sueños ardientes de Ana. Sus interacciones con Colleen Dewhurst (Marilla) crean una de las relaciones madre-hija más auténticas y conmovedoras jamás retratadas en la pantalla.

Richard Farnsworth como Matthew también deja una impresión duradera. Su personaje, un hombre de pocas palabras pero que ama a Ana con todo su corazón, arranca lágrimas de los ojos de los espectadores.

Imágenes poéticas, música delicada.
Filmada en la Isla del Príncipe Eduardo, la película captura perfectamente la belleza de la campiña canadiense con sus vastos campos verdes, caminos bordeados de cerezos en flor y suaves puestas de sol. Los colores y los ángulos de la cámara dan una sensación nostálgica, haciendo que Avonlea parezca sacada directamente de las páginas de un libro.

La música de la película es suave y delicada, ayudando a realzar la atmósfera clásica y las emociones de cada escena.

Una obra memorable, que toca los corazones de todas las generaciones.
Ana de las Tejas Verdes (1985) no es sólo una película infantil sino también una obra inspiradora para quienes aman las historias sobre el afecto familiar, la amistad y los sueños de juventud. Con grandes actuaciones, visuales pintorescos y una trama humana, la película es una obra maestra televisiva imperdible.

Ya sea que hayas leído los libros o no, Ana de las Tejas Verdes seguramente te transportará a un mundo colorido donde la imaginación y el amor pueden cambiar una vida.